- ComidaClic
- El secreto sí está en la masa
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La Focaccia NOS ENCANTA. Es un tipo de “pan plano” italiano muy típico, y muy cocinado en toda la geografía italiana desde hace milenios. No hay un gran consenso acerca de cuándo y en qué región italiana surgió. Los orígenes de esta delicia italiana han sido apuntados por varios historiadores hacia los etruscos, los griegos y los romanos. En la actualidad podemos decir que la cuna de la focaccia moderna es la región de Liguria y, en concreto, la ciudad de Génova.
Se trata, por tanto, de una receta ancestral que todavía se cocina en la actualidad, y el motivo es la sencillez de sus ingredientes y (por supuesto), que está riquísima. Puedes comerla tanto sola como acompañándola con otros alimentos.
Todas nuestras focacce están elaboradas con ingredientes de máxima calidad: Harinas italianas y combinaciones de harinas nacionales e italianas, levadura y aceite de Oliva V.E. Trabajamos la masa artesanalmente y cuidamos que los tiempos de maduración/fermentación sean los apropiados para conseguir un producto digerible donde la mayoría de los azúcares de las harinas han sido digeridos por las levaduras.
Nuestras Focacce
Focaccia Genovese
Nuestra focaccia más esponjosa. Muérdela y caerás rendido a su textura exterior crunchy, a la textura tierna y blandita del interior, a los aromas de especias mediterráneas y aceite de oliva.
Puedes probar: Focaccia Genovese con Cherri y Aceitunas, Focaccia Genovese con Mortadela de Bolonia y Focaccia Genovese con Jamón Serrano. (Enlaces al final del post).
Focaccia Bassa
Nuestra focaccia más crujiente. Es una focaccia fina y croccante, y ¡tan irresistible como la Genovese! Crujiente por fuera y suave en su interior, para tomar sola o acompañada de embutidos o incluso para mojar en el café como hacen los italianos.
Puedes probar: Focaccia Bassa, Focaccia Bassa con cebolla , Focaccia con Bacon y salsa NL. (Enlaces al final del post).
Recuerda: En casa puedes recalentar nuestras focacce o bien en una sartén con tapa y a fuego bajo para que no se queme la base o dándoles un golpe en el horno a 160 o 180 grados durante 3 minutos, dependiendo de cada horno puede que sea algún minuto más o alguno menos, es aconsejable no recalentar estos productos después de las 24 horas de su compra porque ya no recuperarán su textura.
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